Si tuviera que resumir todo lo que conlleva la venta de una vivienda en una sola frase, sería: Vísteme despacio que tengo prisa.

“Vísteme despacio” porque, si en vez de hacerlo de forma precipitada, como propietario inviertes algo de tiempo en prepararte para la venta, el resultado final siempre será significativamente mejor.

Y, “que tengo prisa”, porque el tiempo es un factor clave cuando se trata de vender una propiedad.

Para vender rápido no es necesario tener prisa: es una cuestión de estrategia.

Cuanto más rápido vendes, más posibilidades tienes de conseguir un mejor precio y, además, antes te quitas de encima todas las preocupaciones asociadas a la venta.

En una compraventa todavía tiene más sentido. Es posible que vendas para comprar y que no necesites el dinero de la venta de forma urgente. No obstante, te puedo asegurar que dormirás mucho mejor con ambos temas resueltos.